
Claro que, en Cotiledonia, siempre había
algún incendiario...

Los habitantes más iracundos de Cotiledonia
¡Tienen un caracter terrible!

Ahora sí, ilutraciones editadas en la pequeña Cort.
Suelen ser los viajes quiméricos ocupación de nalgas sedentarias y de imaginaciones fecundas. Nuestro viaje a Cotiledonia corrobora ese hecho literario.
Cristóbal Serra me mostró la deliciosa y disparatada Cotiledonia, que no sabemos hasta qué punto es fruto de la poesía o del “ironismo”. Disfruté mucho de aquellos parajes y tomé estos apuntes.
Ilustración para "El Tatuaje del Monstruo".
Para "la Emperatriz de los Etéros" de Laura Gallego